Definir objetivos es fácil. Cumplirlos... eso ya es otro nivel. Muchos equipos comienzan con energía y motivación, pero con el tiempo los objetivos se diluyen entre reuniones, urgencias y excusas. Si no revisas, ajustas y haces seguimiento de forma efectiva, solo estarás jugando a la estrategia sin resultados reales. Aquí te contamos cómo asegurarte de que tus objetivos no mueran en el intento.
Paso 1: ¿Con qué frecuencia deben revisarse los OKRs y MBO?
La clave está en encontrar el equilibrio entre control y flexibilidad.
OKRs: Revisión mensual o trimestral. La idea es hacer ajustes rápidos para no perder el rumbo.
MBO: Normalmente revisión trimestral o semestral. Como los objetivos suelen estar más ligados a desempeño individual, se requiere una evaluación más estructurada.
Revisiones semanales o quincenales: Ideal para mantener a los equipos alineados y evitar sorpresas desagradables.
Paso 2: Cómo gestionar cambios en los objetivos sin perder el enfoque
El cambio es inevitable, pero también puede ser una trampa si no se maneja bien. Para evitar desorden y desmotivación:
Revisa el contexto: ¿El cambio es realmente necesario o solo es una reacción impulsiva?
Comunica con claridad: Un equipo confundido es un equipo ineficiente. Explica el porqué del ajuste.
Asegura alineación: No basta con cambiar un objetivo; debes asegurarte de que todos los equipos lo integren en su plan de acción.
Paso 3: Cómo medir el progreso de los OKRs y MBO
Medir no significa llenarse de reportes interminables. Usa indicadores clave:
Para OKRs: Porcentaje de cumplimiento de los Key Results (por ejemplo, "Alcanzar un 20% de crecimiento en clientes nuevos").
Para MBO: Evaluaciones de desempeño vinculadas a logros individuales y de equipo.
Check-ins regulares: Una breve revisión cada dos semanas puede hacer maravillas para la claridad y el compromiso.
Paso 4: Ajustes sin matar la motivación del equipo
Nada desmotiva más que trabajar en algo que cambia constantemente. Para que los ajustes sean efectivos y bien recibidos:
✅ Involucra al equipo: Que los colaboradores opinen sobre los ajustes genera compromiso.
✅ Celebra avances, no solo resultados finales: Un progreso del 70% también es un logro.
✅ Haz del feedback una cultura: Las conversaciones abiertas reducen la frustración y aumentan la confianza.
Paso 5: Herramientas digitales para el seguimiento de objetivos
Hacer seguimiento a mano es un suicidio operativo. Usa tecnología para automatizar y simplificar:
🔹 Piloota: Gestiona OKRs, MBO y evaluaciones en un solo lugar.
🔹 Tableros de seguimiento: Como Notion o Asana para visualizar progreso.
🔹 Check-ins automáticos: Usa recordatorios y dashboards interactivos para evitar que el seguimiento dependa de la memoria.
De la planificación a la ejecución sin fallar en el intento
Tener objetivos sin un plan de seguimiento es como lanzar una flecha con los ojos cerrados: podrás acertar, pero por pura suerte. Pasa de la teoría a la acción implementando un sistema de revisiones estructurado y herramientas que hagan el proceso fácil y efectivo.
Si aún no tienes tus objetivos bien alineados, revisa nuestro artículo anterior para asegurarte de que estás empezando con bases sólidas. Y si quieres automatizar todo este proceso, prueba Piloota y olvídate de improvisar.